lunes, 8 de diciembre de 2008

Que canten los niños



Os pongo en contexto mis queridos drugos:

Era una fría noche otoñal de finales del mes de noviembre, más propia tal vez, del mes de enero por lo bajo de aquellas temperaturas. Encontrábanse ellos reunidos, y yo con ellos, en la cálida y acogedora estancia número 410, que si mal no recuerdo es mi habitación. Todos allí reunidos cantando en la más perfecta de las armonías. Ninguna voz discordaba de las del resto, ninguno se adelantaba en las frases a los demás y todos disfrutábamos en estado sumo elevando al cielo nuestras melodiosas voces. Nadie era consciente en aquel momento de júbilo de las fatídicas consecuencias que traería consigo aquel ratito de distracción y recreo que nos permitíamos entre horas y horas de tedioso estudio.

De repente, una ronca voz vociferante parecía salir de las entrañas de la tierra. Pero no eran ni más ni menos que los gritos de nuestro querido (hasta aquel momento) vecino aleas “El gordo” o “Berrendo” que vivía en la tercera planta, una por debajo de la nuestra. Cabe remarcar queridos drugos que no habían dado siquiera las 10 de la noche cuando todo esto ocurría. La conversación, que yo diría más bien monólogo, transcurrió en los siguientes términos:

- "¡Os queréis callar, me cago en la puta de oros! ¡Que me tenéis hasta la polla con las voces que estáis dando ostias! ¡Que hay gente que estudia cojones y estáis pegando voces cabrones!"

La música cesó al unísono. Salimos a la planta y algunos de mis compatriotas cantores intentaron entrar en razón al susodicho, pero éste se encontraba fuera de si y no atendía a razones. Juró que lo pagaríamos y que se nos iba a caer el pelo. Así pues, se quejó a la dirección del colegio y hoy, un parte de comportamiento ensucia nuestros, hasta ahora, impolutos expedientes colegiales.

Es una triste e irónica casualidad que la canción que cantábamos aquella noche no fuera otra que la famosa canción infantil “Que canten los niños”. Más tarde, pasado el altercado, me fijé en la letra de esta bonita canción y descubrí como algunos versos de ésta, relataban las más sinceras verdades y crueldades que imperan en este mundo. Muy sorprendido estaba de cuánto de verdad puede llegar a tener una canción infantil.

Ahora un austero cartel domina la vista de la cuarta planta derecha del Colegio Mayor Nuestra Señora de la Asunción. El cartel reza lo siguiente:




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Que canten los niños, que alcen la voz
Que canten por esos que no cantarán
Porque han apagado su voz…


Aquella noche los niños cantaron y alzaron sus voces, pero una vez más la tiranía que domina este mundo inhumano volvió a apagar sus voces. Solo eran unos niños cantando, nada más. Expresar sus sentimientos y sus inquietudes mediante la música había sido su único y fatal delito.
Hoy, un silencio sepulcral domina esta planta porque los niños han dejado de cantar. Hoy los niños ya no alzan sus voces al cielo. Hoy más que nunca os pedimos encarecidamente que cantéis por aquellos que no cantarán porque hoy, nos han apagado la voz…



LOS CUCHARAS



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sábado, 8 de noviembre de 2008

Un buen día

A veces escucho una canción mil y una veces para poder extraer toda la sustancia que hay en ella. Soy como un exprimidor sacándole jugo a una naranja hasta dejarla seca y arrugada.

Hoy he sacado todo el jugo a “Un buen día” de Los Planetas. Una canción que a priori, ingenuo yo, creía que hablaba de costumbres rutinarias, con intrínsecos acordes que incitan a pensar cosas alegres. Y hoy, debido tal vez a mi estado de embriaguez, he descubierto muy a mi pesar y para mi grata sorpresa simultáneamente, que esta canción no hablaba de un buen día ni mucho menos. He descubierto que este pobre tío estaba pasando un día jodidamente jodido.

Y cuando he localizado las frases escondidas que escondían la clave de tal historia fatal, un escalofrío ha recorrido mi espalda y he sentido unas irremediables ganas de llorar. Yo, tan poco acostumbrado a empatizar con las historias amorosas y pasteleras que inundan el pop español, no he podido sino sonrojarme con una sensación tan poco propia del macho ibérico que creía que era.

Y no es que haya estado tan ciego, o mejor dicho tan sordo, para no fijarme en aquellas frases en las que el susodicho hacía referencia a su amor probablemente perdido, sino que hasta hoy no me había parado a pensar lo triste y amarga que es esta historia. Hoy ha caído sobre mi cabeza el cubo de agua fría mientras irónicamente mi cerveza estaba cada vez más caliente entre mis manos y he comprendido la verdadera naturaleza de esta puta ranchera que nos canta Jota cual mariachi abandonado.

En fin, hoy es unos de esos días tontos como dicen las chicas, en los que no sabes si reír a llorar. Hoy desde luego es un buen día…







Me he despertado casi a las diez
y me he quedado en la cama
más de tres cuartos de hora
y ha merecido la pena
ha entrado el sol por la ventana
y han brillado en el aire
algunas motas de polvo
he salido a la ventana
y hacía una estupenda mañana.
He bajado al bar para desayunar
y he leído en el marca
que se ha lesionado el niñato
y no me he acordado de ti
hasta pasado un buen rato.
Luego han venido estos por aquí
y nos hemos bajado
a tomarnos unas cañas
y me he reído con ellos.
He estado durmiendo hasta las seis
y después he leído
unos tebeos de spiderman
que casi no recordaba
y he salido de la cama
he puesto la tele y había un partido
y Mendieta ha marcado un gol
realmente increíble
y me he puesto triste
el momento justo antes de irme.
Había quedado de nuevo a las diez
y he bajado en la moto
hacia los bares de siempre
donde quedaba contigo
y no hacía nada de frío
he estado con Erik hasta las seis
y nos hemos metido
cuatro millones de rayas
y no he vuelto a pensar en ti
hasta que he llegado a casa
y ya no he podido dormir
como siempre me pasa

viernes, 12 de septiembre de 2008

Putas incongruencias


Aquí estoy. Tocando la puta guitarra. Y como no encontraba mi púa, pues he cogido lo que tenía más a mano, mi puta tarjeta de la Seguridad Social. ¡Y qué bien suena la puta guitarra! Como disfrutan mis oídos escuchando la puta tarjeta romperse. Y ahora viene uno de esos rasgueos potentes, y las cuerdas se rompen y saltan propinándome latigazos en los ojos. Pero ¡bah!, no es dolor comparable con el placer que produce escuchar la puta tarjeta desintegrándose.

Desearía tener la pata de palo para prenderle fuego. Ver como arde lentamente. Sin embargo tengo esta puta pierna de carne y hueso con la que no puedo hacer nada. Bueno sí, puedo contemplarla impotente mientras repito la palabra “puta” 100 veces seguidas.

Todo un puto verano a la luz de un puto flexo para nada. Todo el puto verano encerrado entre libros escritos por cabrones con cáncer de próstata y putas viejas menopáusicas para oír frases como esta: “Si me hubieras asistido a clase te hubiera ayudado”. Pero yo sé que como de verdad me hubieras ayudado es metiéndote un palo por el culo y sacándotelo por la boca, y luego cogieras ese palillo que siempre usas después de comer para sacarte las mierda de entre los dientes.

¿Dónde están aquellos veranos de bicicleta? ¿Dónde están aquellos veranos de “sollaúras” en las rodillas y “rozaúras” en los codos? Benditos aquellos veranos de cigarros a escondidas y pajas en el pajar, y valga la puta redundancia.

Me veo con la puta soga al cuello. Una mixtura explosiva de trágicos factores. Un puto cúmulo de adversidades. Pero no seamos cínicos. Tampoco dramaticemos. Cada uno tiene el expediente académico y las piernas que se merece. Yo soy el jilipollas al que le ha tocado la puta combinación fatídica de ambos. Pero el puto mundo no se acaba. Doy un par de hostias a la pared hasta que me duele la mano. Sigo repitiendo la palabra “puta” hasta quedarme sin voz y escucho como la puta tarjeta de la seguridad Social termina por resquebrajarse. Y huelo a humo. Pero no es mi pierna lo que arde, sino los putos apuntes de Derecho mercantil que se consumen rápidamente. ¡Ostia Puta!

Parece que el puto nudo de la garganta va bajando poco a poco.

¡Puta! ¡puta! ¡puta! ¡puta! ¡puta! ¡puta!...

Putas incongruencias.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Horas de humo

“Y todavía estoy ensayando para estar preparado en el momento en que me atreva a estar cerca de ti”
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Decían que era un hombre solitario. Que gustaba de fumarse un puro mientras veía la caída del sol sentado en el porche de su casa. Allí te lo podías encontrar todas las tardes, sentado con su puro. A solas con el humo.

Decían que era un hombre solitario. No muy dado a la conversación. Que prefería el silencio a las típicas conversaciones intrascendentales. Solo abría la boca para aspirar aquellas largas bocanadas de humo.

Decían que era un hombre solitario. Que gastaba sus horas fumando. Aquellas horas de humo.

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lunes, 4 de agosto de 2008

Se fue la primavera


Aquel invierno llovió todos los días. Hasta las jodidas nubes parecían haber tomado consciencia de tu ausencia. Fue un invierno largo y amargo. Conviviendo en aquellas estancias en penumbra con cristales empañados y ceniceros llenos de colillas, en aquellos pasillos interminables hasta la soledad de mi cama, aquella cama ahora grotescamente gigantesca, aquellos cuadros al óleo que tú pintaste eran ahora más grises que nunca. Habían deslucido sus paisajes hasta minimizarlos a pequeños bosques de sombras.

El tiempo se paró. El día a día se convirtió en el segundo a segundo. Las agujas del reloj de la cocina se burlaban de mí, negándose a girar. Vivía dormido pensando en ti, llegando a ser un bosquejo de mí mismo. Solo el espejo me escupía las verdades, reflejándome un hombre patético, demacrado por el resentimiento. Me había convertido en el hombre de las sopas de sobre y los cigarros consumidos hasta quemarme el labio.

¿Dónde están ahora aquellas notas pegadas en el frigo diciéndome que habías salido y prometiéndome que volverías pronto?

Maldita zorra…

lunes, 23 de junio de 2008

12 de septiembre


Papá está enfadado. Ya no silba de camino al colegio. Dice que ahora que mamá se ha ido debemos portarnos mejor que nunca. La abuela me ha contado que lo que le pasa es que está triste porque mamá está en el cielo. La abuela no para de repetir que el mundo entero estará triste durante mucho tiempo por culpa de los malos. ¿Yo soy de los buenos, verdad abuela? Y la abuela ha sonreído y me dado un beso en la frente. Todavía no lo sabe nadie pero yo creo que Jamie es de los malos. No quiere comer. Así que papá tiene que jugar con él como lo hacía mamá. Coge la cuchara y la hace volar por la cocina, como si fuera un avión de verdad. Brrrr. Brrrr. El avión planea y se acerca peligrosamente. Y justo cuando crees que la cuchara se va a estrellar contra su cara, Jamie abre la boca. Pero papá, en lugar de aplaudirle, se ha puesto a llorar. Yo me he acercado y le he dicho que no se preocupe. Porque yo soy de los buenos y no necesito cucharas que vuelen.

martes, 3 de junio de 2008

Welcome to California


El descapotable se tragaba la carretera como la anaconda se traga sin piedad al desventurado conejito. Las líneas amarillas discontinuas desaparecían rápidamente bajo el fuselaje de acero. Yo conducía mientras tú, con los pies descalzos apoyados en la guantera, te pintabas las uñas de un color rojo a juego con el Cadillac.

En la radio se escuchaba “California Girls” de los Beach Boys. El viendo alborotaba tu pelo infundándote exhalaciones de juventud. Disfrutábamos de aquel momento sin hablar, no había necesidad de llenar esos silencios. Parecía que el mundo hubiera hecho un pequeño inciso y nos estuviera permitiendo escapar de sus garras por un instante.

Yo pisaba el acelerador a fondo. Ni siquiera era consciente de a qué escapaba ni por qué lo hacía, pero poco importaba si tú venías a mi lado. Contigo, maldita desconocida, aprendí que lo amargo puede ser dulce, y lo dulce salado. Tú me enseñaste que hay presos libres y guardias encerrados. Tú me susurraste al oído que se puede viajar sin ir a ningún lado.

El locutor anunció la última canción del programa. Silvio y Sacramento se encargarían de cerrar aquella magnífica velada. El Cadillac atravesaba veloz el desierto y te volví a mirar, eras prácticamente una extrajera a mis ojos, pero teníamos una vida entera para conocernos.

miércoles, 28 de mayo de 2008

¡Agarrate Dorothy, estramos en Oz!



Esta tarde es una buena tarde para escribir. Una tarde de charanga y folclore, donde a pocos kilómetros de aquí hay gente cogiéndose un pedo de Alfredo. El sonido de la verbena entra por la ventana y ya me estoy imaginando a la plebe en pleno éxtasis etílico bailando al son de “paquito el chocolatero”. Casi puedo ver a los borrachazos haciéndole proposiciones indecentes a la jovenzuelas.

Así funciona este evento de ambiente jaranero que llaman “feria”. Algunos dicen que es una fiesta patronal en honor a no sé qué virgen. Otros dicen que es una manera de relacionarse e interaccionar con la gente. Aunque ya me gustaría a mí ver como interaccionan los cachondos estos cuando se ponen más tontorrones que un reno. Yo pienso que es una excusa más para emborracharse. Incluso diría que es la excusa perfecta. ¿Qué más da que el hijo del vecino te vea haciendo el pino con el cubata metido en los calzoncillos? ¡Estamos de feria coño! Luego llegas a casa (dios sabe cómo) con más polvo que el sombrero de Indiana Jones, con una carita que ni Marco el día de la madre pero más satisfecho que la mona chita después de tirarse a King Kong y contento por el trabajo bien realizado.

El inocente de mi hígado piensa que todo ha acabado, cree que no habrá más alcohol por un plazo de tiempo considerable… ¡ay ingenuo él! Que no sabe la que le espera todavía…Malas son las tardes en que la resaca se junta con una nueva borrachera… con el estómago más revuelto que un gazpacho me dispongo a echarme al gaznate otra buena dosis de brebaje en pro de la socialidad humana... pensándolo mejor, creo que hoy no es una buena tarde para escribir. Con su permiso, voy al baño urgentemente.

viernes, 23 de mayo de 2008

Inocencia interrumpida



Quedé desvirgado el día que comprendí la verdadera naturaleza de los cuentos infantiles. El día que todas las fabulas y mentiras cayeron de golpe sobre mi cabeza como un cubo de agua fría. Ese día dejé de ser un niño para convertirme en un hijo de puta más.

Tantos años de credulidad ciega no habían servido para nada. Mi inocencia pueril se había volatilizado. Y Sin embargo doy las gracias a todas aquellas leyendas, que aunque triviales, me mantuvieron ajeno a la realidad más espeluznante. Los días han pasado desde entonces y hoy sé que nada es como lo pintaban las coloridas ilustraciones de los maravillosos cuentos de mi infancia. Hoy sé que existen los príncipes malos, las brujas hermosas, e incluso, los piratas honrados.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Consejos de un maldito hipócrita

Poned buena cara cuando os crucéis conmigo y rajad largo y tendido después. Sed amables pero no sinceros, sed simpáticos pero nunca honestos. Hablando a la espalda pero nunca de frente. En esta sociedad serán crucificados aquellos que actúen coherentemente con sus creencias. Dejaros llevar por la corriente hasta los clichés más tópicos del humanismo. Procediendo siempre bajo el cálido manto de la falsedad no encontraréis barreras en este mundo. Criticad aquello en lo que creéis y alabad aquello que criticáis, pensad lo que quieran que penséis, actuad como quieran que actuéis, e incluso, vivid como los cánones hayan marcado que debéis hacerlo. Y recordad siempre esto: nunca seáis vosotros mismos. Es el mejor consejo que os puedo dar yo, un hombre que ha llegado lejos siendo un maldito hipócrita.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Ni besos, ni caricias


Esta no es la típica historia de amor. Aquí no encontraréis besos, ni caricias. No habrá miradas profundas a los ojos. No habrá un chico feo que conquista a una chica guapa. No hallaréis en esta historia atardeceres románticos en la alameda ni encuentros apasionados bajo el sol de otoño. No esperéis encontrar tampoco sutiles conversaciones entre café y cigarro ni cenas con velas para dos. No habrá frases llenas de sentimentalismo. Desesperanzaros porque ésta no es una historia bonita. Esto sólo es sexo. Sexo animal puro y duro.

domingo, 11 de mayo de 2008

Estas muy cerca: a miles de kilometros de distancia



Como dos líneas paralelas que casi se rozan pero que saben que jamás podrán llegar a tocarse. Así te veo yo, tan cerca pero tan lejana al mismo tiempo. Estas hablándome al oído y sin embargo pienso que hay un mundo entre nosotros dos. Si me rozas creo que me desintegraré en mil pedazos y el viento me llevará dejos de ti. Así que quédate aquí, muy cerca, aunque no me toques.

viernes, 9 de mayo de 2008

Laguna "Bitch" (que no beach)



Creamos gilipollas en serie cada día. La producción de telebasura aumenta y los resultados son satisfactorios. Más y más gilipollas adoctrinados en los valores de la MTV. Si alguien ha visto los inusuales programas que emiten en la famosa cadena sabrá de qué hablo.

MTV siempre ha defendido su posicionamiento atrevido e irreverente. Pero últimamente ando asqueado con los nuevos reality-shows de la cadena donde se nos muestra a la “cream de la cream” de la sociedad yanki, adolescentes pijitos cuya única preocupación es la ropa que se tendrán que poner para el baile de esta noche. Parece una típica película adolescente americana. Es como vivir el sueño americano a través de la pantalla de televisión. Deslumbrantes chicas con sus respectivos chicos musculosos, adolescentes de clase alta, casas con dos plantas y piscina, fiestas con alcohol y las típicas dudas éticas y filosóficas que asolan las cabezas de los jóvenes norteamericanos: ¿Me tiro a Rachel o a Melinda? ¿Quién la tendrá más grande Brad o Michael? Etc…

El contenido morboso es generoso en estos programas y esto es lo que quiere y pide la sociedad. Estos son lo valores que muestra MTV, porque son los valores que demandamos. ¿Quién coño va a querer ver un programa sobre la vida de jóvenes reales que se enfrenta a problemas reales? A nadie le importa si Marcos ha tenido que dejar los estudios para ayudar a su padre en el trabajo, ni que a Isabel le han detectado un tumor y tendrá que raparse la cabeza. Lo importante es que esta noche hay fiesta y Caroline esta muy muy cachonda…

lunes, 5 de mayo de 2008

Gris



La ciudad gris bajo mis pies, las nubes grises sobre mi cabeza. Personas que deambulan de aquí para allá exhalando el humo gris de sus cigarros. Es triste descubrir como los colores se perdieron en el tiempo y nadie fue consciente de ello hasta que fue demasiado tarde. Ahora todos vivimos bajo el cristal opaco de la ignorancia. Hemos perdido la perspectiva del color, quizá la perspectiva más importante de todas…

Da miedo asomarse a la ventana y ver el mundo enfermo que nos rodea. Somos seres humanos, pero actuamos como muertos vivientes perdidos en la rutina de nuestros días.
Hoy ya nada es como antes. Los niños siguen corriendo y jugando en los parques, sí, pero un halo de tristeza lo cubre todo, como si los sonidos de sus risas llegaran amortiguados por alguna barrera invisible. Un mundo monótono se abre a nuestros ojos, ciegos ojos que no ven ni sienten ya la naturaleza de los colores.

Hoy llueve. Pero nosotros ya no miramos al cielo, sabiendo que no habrá más arcoiris.

viernes, 21 de marzo de 2008

Terry eres otro

A veces las circunstancias nos hacen crear temas para llegar a la consciencia de las personas. En Arroyo Arroya Producciones estamos preocupados con los problemas sociales y este tema trata de ayudar a una persona que ha cambiado mucho últimamente, espero que con la música que es el lenguaje universal, podamos llegar también a la consciencia de nuestro amigo Terry.





TERRY ERES OTRO

Ya nunca sales con nosotros Pedro
Amigos nuevos tienes, ¿Quiénes son?
Ya nunca te emborrachas en el pueblo
Y en el Messenger me tienes sin admisión

Que haces tantas horas en tu piso
No sales para nada ¡oh por dios!
Terry, cambia un poco, no te encierres
Hay amigos que te esperan, por favor

Y es que Terry has cambiado, eres otro
Y a todos nos has roto el corazón
Ya no quieres cuentas con ningún forero
Ya no eres puto amo, eres rook
Ya no eres puto amo, eres rook

Te afeitas esa barba tan bonita
Que te daba ese toque tan galán
Ahora te me vistes con zapatos
Y te molan los camela y arrayán

Ya nunca vienes tú a pozoblanco
En Córdoba has montado tu cuartel
Ni siquiera vienes ya en vacaciones
Nos rechazas, eres otro, un infiel

Y es que Terry has cambiado, eres otro
Y a todos nos has roto el corazón
Ya no quieres cuentas con ningún forero
Ya no eres puto amo, eres rook
Ya no eres puto amo, eres rook

martes, 15 de enero de 2008

Esa puta línea...




¿Que qué línea es esa? Pues la única línea que existe en este mundo señores. No, no es “la línea de fuego” ni es “la línea directa” ni mucho menos es la Línea de la Concepción. La línea a la que yo me refiero es aquella que muchos seres ingenuos e ignorantes han traspasado sin percatarse siquiera que su futuro amoroso (o en el peor de los casos, su futuro sexual) corría serio peligro. En efecto, se trata de la línea de la amistad. Esa puta línea…

Seguro que alguno de ustedes ha experimentado este cambio. Un día estas en el radio de frecuencia de los posibles ligues, eres un verdadero candidato a poder comerte a esa tía que te pone tanto y de pronto, de la noche a la mañana, te despiertas y te das cuenta de que solo eres un simple amigo donde ella pueda desaogar sus penas. Hay una frase muy típica que suele acompañar a estos traspasos de estado. Suele ser la confirmación de la inevitable y fatal desdicha y es una cosa más o menos como esta: “Te quiero, pero solo como amigo”. ¡Ajá! Así es señores, cuando oigan esta frase es que han traspasado la famosa línea de la amistad. Ya pueden coger un a cuerda e ir a ahorcarse al árbol más cercano porque ya esta todo dicho.

Así que tengan cuidado jovencitos, porque el día menos esperado esa línea puede estar bajo sus pies, y ya puedan llorar, berrear o patalear dará igual, será demasiado tarde…

sábado, 12 de enero de 2008

Un mundo ideal...


Una marioneta que se convierte en niño, una bella joven condenada a la servidumbre de su cruel madrastra, un pequeño elefantito que consigue volar, un humilde ladrón que se enamora de la princesa del reino y tantas otras historias que nos hacían vibrar en nuestros asientos como si fuésemos propios protagonistas de esas mágicas historias. Sí señores, así eran las películas de Disney, espejos donde se nos dibujaba un cuento fantástico pero muy real al mismo tiempo que nos instruía en los valores humanos y en los preceptos éticos de la vida.

Y es que una colección de películas Disney es la mejor educación que una persona puede tener en los primeros compases de su vida. Las películas Disney hacen que la infancia que si ya de por sí es feliz en la mayoría de los casos, sea más dulce todavía. Sentado en tu sillón, viendo una película Disney crees que nada malo puede pasar en el mundo. Una sensación de armonía y paz recorre todo tu cuerpo solo interrumpida en ocasiones por los terribles malos malísimos que toda película Disney tiene. Más adelante, cuando crecemos y maduramos, descubrimos desgraciadamente que Jaffar, Scar, Medusa o la malvada bruja son meros esbozos, disimulados plagios de los verdaderos malos que están ahí fuera y que las intenciones de éstos últimos son aún si cabe más terribles y feroces que las de aquellos dibujos animados que aborrecíamos de pequeños.

Ya lo dijo un gran filósofo llamado Rafael Cabrera: “Los niños ahora son más hijos de puta porque ya no ven películas Disney”. Y qué razón tenía este hombre, en una época en que los niños crecen jugando a videojuegos donde la sangre y las armas de fuego son las principales protagonistas, algunos niños (que no tan niños ya) echamos de menos aquellas maravillosas canciones que hablaban de la amistad, del amor, del compañerismo etc. Míticas canciones que han quedado como himnos generacionales de aquellos que crecimos y vivimos con las fantásticas historias de Disney.

Actuales y futuros padres, si no quieren que sus hijos se conviertan en unos cabroncetes sin amor ni respeto por nada, no duden en obsequiarles con una buena colección de películas Disney (y si son de las antiguas mejor). Es sin duda la mejor educación que podrán darles.

jueves, 10 de enero de 2008

Sindy, la chica incandescente



Sindy siempre me habla a través de sus ojos… Suele llevar en la boca chupa chups o piruletas de sabor fresa que colorean sus suntuosos labios de rojo. Le gusta pasar la lengua una y otra vez hasta que nota que el caramelo se hace más pequeño y entonces decide masticarlo.

Cualquiera hubiera catalogado a Sindy como una chica más del montón. Para mí es algo más. Irradia sensaciones que hacen bailar a mi corazón a ritmo de salsa. Era mi musa, mi "Lolita" particular.

Aunque parezca mentira después de todo lo que he escrito, nunca me he dirigido una palabra con ella, aunque Sindy siempre me habla a través de sus ojos…