miércoles, 4 de febrero de 2009

"Ven a mi cama, duerme conmigo"



Ya lo decía Javier Ibarra: “mi canción es triste como una puta ranchera”.


Hoy he descubierto en un cajón del armario aquel jersey que usabas para ver las pelis de los domingos. He cogido ese jersey que olía a ti. Es curioso descubrir como un olor puede despertar tantas sensaciones y recuerdos que parecían olvidados. El olor familiar de ese jersey tuyo me ha recordado aquellas noches que nos quedábamos despiertos hasta las tantas intentando arreglar el mundo. Discutíamos sobre mil cosas para nunca ponernos de acuerdo, hasta que alguno de los dos, vencido y cansado, se iba a la cama.

He recordado eso y tantas otras cosas y no he podido evitar sentirme un poco triste, así que he colocado un disco en la mini cadena y me he dispuesto a escuchar una de mis canciones favoritas. La música ha sonado y por 3 minutos y medio, no me he acordado de ti y he sido el hombre más feliz del mundo.

He pensado que lo mejor es pasar página, olvidarme de ti, seguir con mi vida. De todas formas he dejado tu jersey de nuevo en el cajón para volver a la página de aquellas noches donde me decías: “ven a mi cama, duerme conmigo”.