lunes, 14 de mayo de 2012

Escondidos en la ciudad


Hay un artista chino mundialmente conocido por sus famosos autorretratos donde se mimetiza con el ambiente urbano hasta prácticamente desaparecer. Algunos lo llaman “el hombre invisible”, y no es otro que Liu Bolin, uno de los artistas, escultores y fotógrafos más prominentes de China.
Muchos encuentran sus obras divertidas y originales, en las que muchas veces tienes que pararte a mirar la foto unos segundos para descubrir dónde se encuentra escondido el señor Bolin. Pero pocos saben que esta peculiar obra conlleva intrínsecamente una crítica social al despiadado y censurador sistema político chino.

Todo empezó cuando en noviembre de 2005, el gobierno chino decidió entrar con sus trailers y bulldozers  en la ciudad de artistas “Suo Jia Cun” para destruirla por completo. “Suo Jia Cun” era un centro cultural situado en la metrópolis de Beijing que albergaba cientos de estudios y viviendas de artistas de toda China, y gracias a eso se conocía como “The Asia's largest congregation of artists”. El propio Liu Bolin vivía allí cuando se produjo este acontecimiento y sin duda, el suceso marcaría a partir de entonces su razón de ser como artista y daría vida a su obra “Escondidos en la ciudad”, con cuyos famosos autorretratos que antes comenté, se haría mundialmente famoso.

Esta forma de “hacerse invisible” en diferentes puntos de la ciudad de Beijing viene a proclamar que el arte no puede ser destruido por el derrumbe de ciudades o estudios, y que estará siempre presente en la sociedad china, por mucho que a su propio gobierno le pese. La obra fue cogiendo relevancia internacional, y Bolin realizó autorretratos a lo largo del mundo, en ciudades como Venecia o Nueva York.

Así, que ya saben, tengan cuidado cuando vayan caminando por la calle, pues Liu Bolin puede estar escondido en cualquier fachada, justo al lado de ustedes.

Gracias señor Bolin por enseñarnos que el arte, en cualquiera de sus formas, puede esconderse en cualquier lugar. Que un sistema político no puede poner barreras que frenen su expansión y que a veces, solo falta pararse unos minutos y mirar bien para poder apreciar ese arte oculto.

Y ahora jugaremos el divertido juego de...¡Encuentra a Liu Bolin"!




PD: Por cierto, quiero romper una lanza en favor de ese magnífico grupo de ayudantes que acompañan al señor Bolin allá donde va y que son los encargados de pintarlo durante horas para que la mimetización surja efecto. Sin ellos, esto no sería posible.